La Plaza de Tertre (en francés, Place du Tertre) es uno de los lugares más icónicos de París, ubicada en pleno corazón del barrio bohemio de Montmartre.
Esta bulliciosa plaza, repleta de talentosos artistas callejeros, es una visita obligada tanto si te apasiona el arte como aquellos turistas buscando conocer el lado más pintoresco de París.

Lo más curioso es que en algunas ocasiones llegaremos a esta plaza por pura casualidad.
¿La razón? Montmartre es un lugar que se conoce caminando por sus calles angostas sin un destino fijo y la Place du Tertre está a poco más de 2 cuadras de la Basílica del Sagrado Corazón.
Descuida, a lo largo de esta guía descubrirás el cautivador mundo de la Place du Tertre, explorando su historia, los artistas que la llaman hogar y las razones por las que sigue siendo un querido tesoro parisino.
Los Artistas de la Place du Tertre

Uno de los aspectos más cautivadores de la Place du Tertre es la gran variedad de artistas que llaman a la plaza su lugar de trabajo.
Desde pintores y retratistas hasta caricaturistas y dibujantes de siluetas, la Plaza Tertre es un crisol de talento artístico.
Tener un puesto en la plaza puede llegar a ser toda una odisea para los artistas ya que deben pasa por un riguroso proceso de selección a cargo de la Asociación de Artistas de la Place du Tertre antes de poder instalarse en la plaza.
Lo más curioso es que los puestos ambulantes no ocupan más de 1 m² así que te puedes imaginar lo concurrido que está el lugar.
Los visitantes de la Plaza Tertre pueden ver a estos artistas en acción mientras capturan hábilmente la esencia de sus temas en lienzo o papel.
Y resulta una buena ocasión para adquirir un retrato tuyo pintado al momento, comprar una obra de arte única o simplemente observar el proceso creativo.
La atmósfera y encanto de la Plaza de Tertre
El ambiente único de la Plaza de Tertre es una parte importante de su atractivo turístico.
Las calles empedradas, los edificios cubiertos de hiedra y los coloridos escaparates crean un ambiente encantador.
Si bien te encuentras en una de las ciudades más cosmopolitas del mundo, un recorrido por la Place de Tertre y sus alrededores te hará sentir que viajas al pasado.
Además, en las inmediaciones de la plaza encontrarás varios cafés, bistros y restaurantes, muchos de los cuales ofrecen terrazas al aire libre.
Algunos de estos establecimientos cuentan con importancia histórica como es el caso de Le Consulat, frecuentado por Picasso y Toulouse-Lautrec; y La Mère Catherine, el restaurante más antiguo de Montmartre
Sí… también hay un Starbucks cerca pero, ¿qué experiencia parisina te puede dar un café americano?
Mientras paseas por la plaza no solo encontrarás pintores sino también otros tipos de artistas callejeros como músicos, mimos, estatuas vivientes y titiriteros.
Estos artistas brindan una capa adicional de encanto y fantasía a la experiencia de la Place du Tertre.
Explorando los alrededores de la Plaza de Tertre
Si bien la plaza Tertre es, sin duda, un punto neurálgico de Montmartre, los alrededores ofrecen muchas atracciones adicionales para explorar como la basílica del Sacré-Cœur, el Moulin Rouge, el Museo de Montmartre o el Muro de los Te Amo.
A ello se suman los tours que puedas contratar durante tu visita por el barrio bohemio de París.
Breve historia de la Plaza de Tertre
La historia de Place du Tertre se remonta al siglo XII, cuando era una pequeña plaza de pueblo en el corazón de Montmartre, en ese entonces Montmartre era una comuna francesa que no pertenecía a París.
Y durante varios siglos siguió considerándose una pequeña plaza, al menos así lo fue hasta el momento en que Napoleón III anexó Montmartre a París en el siglo XIX.
Al hacer eso Montmartre se convirtió en un centro para artistas, escritores y bohemios, atraídos por la vida asequible y el ambiente inspirador de la zona hasta principios del siglo XX.
Dada su ubicación, la Plaza de Tertre se convirtió rápidamente en un lugar de reunión para personajes famosos como Pablo Picasso, Vincent van Gogh, Henri de Toulouse-Lautrec, entre otros.
Hoy en día, la Plaza Tertre sigue siendo un próspero centro de expresión artística, con decenas de artistas callejeros instalando sus caballetes cada día para crear y vender su trabajo.
La plaza también alberga varios cafés y restaurantes encantadores, donde los visitantes pueden disfrutar de una comida tranquila mientras se sumergen en el ambiente vibrante.
El nombre «Tertre» se deriva de la palabra francesa «tertre», que significa «montículo».
Ubicación
Colina de Montmartre, Distrito XVIII, París.
Cómo llegar
Para ir a la Place du Tertre se tiene las siguientes opciones de transporte público:
- Metro: Estación Abbesses (Línea 12).
- Autobús: Línea 40 (Montmartrobus).
- Funicular: Caminando desde la Colina de Montmartre.
Mapa
Consejos para visitar la Plaza de Tertre
Para aprovechar al máximo su visita a la Place du Tertre, tenga en cuenta los siguientes consejos:
- Llega temprano, la Plaza de Tertre es uno de los lugares más concurridos de Montmartre, especialmente durante la temporada alta (verano).
- Para evitar las multitudes y disfrutar de una experiencia más relajada, trata de llegar temprano en el día. Aprovecha la hora para tomar un café es una terraza parisina.
- Muchos artistas callejeros están dispuestos a regatear por sus obras de arte, especialmente si compras varias piezas.
- Tómate tu tiempo para sumergirte en la atmósfera bohemia de la Plaza de Tertre, aunque el itinerario de viaje por París parece ajustado, nunca está de más dedicar al menos 1 hora a vivir el ambiente de la plaza.
¿Vale la pena recorrer la Plaza de Tertre? Opiniones
La gran cantidad de artistas sumado al bullicio de la plaza, especialmente durante el verano, le quitan los aires de lugar bohemio que tenía siglos atrás.
Sin embargo, es la oportunidad perfecta para transitar por las calles que inspiraron a artistas famosos como Edgar Degas, Pablo Picasso, Vincent van Gogh, Henri de Toulouse-Lautrec, Salvador Dalí, entre otros.
Además, la visita no está completa si no te paseas por sus calles empinadas o disfrutar de la vista de París desde la cima de la colina de Montmartre, una experiencia que vale la pena realizar en cualquier época del año.